Una persona
está presa,
encarcelada,
purgando nuestro
karma de pueblo.
La sacaron de su
casa
durante la noche
y la llevaron
directamente donde el juez
como trofeo
como venganza.
Los vecinos
que la vieron,
expresaron
que no dijo
ni una palabra
a sus captores.
Se dejó esposar
y resistió en silencio
los golpes y empujones.
Dicen los vecinos que su mirada
quemaba…