Pobre amiga Alondra
que murió en su nido
dejando recuerdos
y el nido vacío
porque llegó el cuervo
tosco y atrevido
quitando los sueños
dejando intranquilos
muchos corazones
que dejó dolidos
porque no encontraron
a su pequeño hijo
porque lo llevaron
por otro camino
a un país lejano
donde él ha vivido
sin saber siquiera
¡Cuál fue su destino!
Muchas madrugadas
se oyeron suspiros
colmados de llanto
se había perdido
toda la esperanza
que estuviera vivo
porque sigue oculto
falto de cariño
y van musitando
¡Cuál fue su destino!
Siguen las preguntas:
¿Y dónde se habrá ido?
Solo era un imberbe,
era un pajarillo
con pequeñas alas
cual recién nacido.
¿Quién lo habrá llevado,
por otro camino?
No sé si despierto,
no sé si dormido.
Y siguen pensando
¡Cuál fue su destino!
Caminó veredas
con muchos espinos
aquel pobre padre
con sueños cohibidos
y encontró a don Juan
su mejor amigo
y le preguntó:
¿No ha visto a mi niño,
y a mi amada Alondra,
pues se me han perdido?
Don Juan quedó mudo...
Don Juan nada dijo
¡No sabía nada!
Y él buscaba abrigo
que lo consolara,
buscaba refugio
para su honda pena
seguía el camino
y siempre pensando:
¡Cuál fue su destino!
Los días pasaron
con su desatino
los sueños volaban
creciendo iba el niño
en tierra lejana
que produce olivos
y aunque pasen años
sigue conmovido
el padre angustiado
con muchos delirios
pensando y pensando
¡Cuál fue su destino!
Y el padre buscaba
a su pequeño hijo
que hace varios años
se había perdido.
¡Pobre Alondra mía
que dejaste el nido!
Llegaron los buitres
con agudo pico
para así atraparte
con tu pecho herido
que quedó sangrando
a orillas del río
todo destrozado
viendo el pajarillo
que quedaba en manos
del malvado cuilio
que te asesinaba
como cruel castigo
por alzar tu voz
por alzar tu grito
llorando muy triste
con llanto bravío
y el padre pensando
¡Cuál fue su destino!
Décadas pasaron
y se ha envejecido
el sueño profundo
de encontrar el niño
que se ha demorado
porque está perdido
pero la esperanza
junto con suspiros
siguen levitando
sin ningún olvido
porque siempre el alma
resguarda un alivio
con la fe bien puesta
que aparezca vivo…
¿Y sabrán muy pronto,
cuál fue su destino?
Treinta años pasaron
muchos son testigos
cuando aquel adulto
con ojos negritos
se fue apareciendo
pero no era un niño
que encontró a su padre
y encontró su nido
con ojos llorosos
que yo lo confirmo
fruto de la guerra
que el pueblo ha sufrido
y son muchos, muchos...
que siguen perdidos,
los ojos llorando
no encuentran alivio
y siguen buscando
desaparecidos
por muchos lugares
por muchos caminos.
¡Y al fin sí supieron
de aquel pajarillo
del que preguntaban
cuál fue su destino!
Ahora el futuro
lo ve muy distinto
sabiendo su historia
y de dónde vino
camina de frente
pero hoy con sentido
miró sus raíces
con pasos cansinos
pero le alentaron
sanar lo dolido
seguir caminando
los nuevos caminos
con clara mirada
hacia los olivos
que dan su alimento
para un muerto ¡vivo!
que va caminado
¡Con claro destino!