recuerdo todas sus calles y sus edificios
cada sonrisa y cada mala cara
cada gente corriendo apurada
recuerdo tambien las veces que dañé las veredas con mi basura
las veces que vomité, borracho, después de una noche de locura
han pasado tantos días desde mi último viaje
y aún sigo imaginando que me despertás por las mañanas
con esa brisa fresca, perfecta para un café
una ciudad con tanta furia pero imprescindible
con gente acorazada pero con amor
recuerdo todas sus calles y sus esquinas
los subtes y los colectivos
los días de frío y de mucho calor
extraño tanto Buenos Aires, que siempre digo que será la ultima vez que lo hago
pero siempre hay algo que me hace volver
me arrepiento de tantas cosas, que hice y que no
como no sacar suficientes fotos, de no recorrer lo suficiente
de mentir cada vez que un indigente me pedía una moneda
de esconderme, y de no cuidar sus flores en primavera
a veces quiero hablar del ateneo con mis amigos, del cafe tortoni, y del cementerio de la recoleta
pero no te conocen, no te conocen...
y el tiempo se pausa mientras miro el techo de mi pieza en Formosa
se llena de bronca, de tristeza, de dolor, de arrepentimiento
porque extraño demasiado a Buenos Aires
pero Buenos Aires quiere desaparecerme, me odia, quiere estar sin mí
extraño demasiado a Buenos Aires
pero Buenos Aires no me extraña a mí