En la tribuna de la vida existen
escenarios de diferente matiz,
algunos se asemejan a los tsumanais,
entre el oleaje se siente el golpeteo de
la olas, hay un aroma a incertidumbre,
la inesperada muerte que llega sin previo
aviso, iracunda y prepleja deja la huella
del dolor, el amor y la insensibilidad de la
miseria humana. y se da el perplejo color del
dolor. En el escenario el tiempo no existe, se siente
y se saborea el llanto sin dar tregua a la perdida. y
mucho menos al dolor.
Lo incoloro de la miseria humana se muestra en la
locura de lo que se deja.
Los cuerpos perplejos se van, esos cuerpos se llevaron
los sentimientos. Y en pocos momentos se dan
nuevas realidades , surgen las pirañas que incitan a
desgarrar lo que queda entre el amor y el interes de
las mente carcomidas por la pudedumbre de lo insensible.
No existen una gota de dolor,solo el color mate del dinero. Se destruye
el dolor de lo incomprensible. Y solo se espera encontrar
en un libreto lo que se dejo y hay que arañar lo mucho o
lo poco. Y los protagonistas surfean en las olas pra recoger
lo que dejo un cuerpo frio , que esta a la deriva y el golpeteo
es mas doloroso para unos que para otros que no lo sienten
porque se cegaron por la avaricia.
Los lazos parentales se hicieron invisibles, generando
una guerra de conflictos, para cauasar un oleaje sin precedentes
del abstracto de los sentimientos.