He negado la tristeza y las tres maldiciones que traigo encima.
He sido fuerte.
Pero si te soy sincero y realista, aún no puedo hacer el amor con la luces apagadas, al menos no totalmente; al menos, el candelabro a un rincón de la habitación; al menos, la puerta entre abierta; al menos no, sin imaginarte y sin desangrar este corazón.