Amor, estoy que me ahogo,
sin tu palpitar en mi espalda,
la falta de defensa en mi vientre,
la brasa de tus pies en mis pies,
Y desanclada aquí, sin tu boca.
un vacio en la otra mitad,
me recuerda que se me olvida
que nunca estuviste en mis lunas.
se esfumo el blanco de tus ojos
en la oscuridad de los inviernos.
sabes con certeza que no sabrás
como te extraño, extraño amor.
Tu caminas conmigo, entre sueños,
en veranos por orillas de noches.
Un temblor me ahoga, por cada sol
Que entra ,en mi pecho huérfano,
Quemando lo poco que has amado.
En los abrazos de otras noches más
Busco tu cuello para rozarlo beso a beso,
Y desterrar un claustro de soledades.
Créeme que en este hoyo hay silencios:
Mi espalda se entrega al frio sobreviviendo.
Mañana,quizás,un halo de luz fugaz y afanoso
Me traiga a ti, sin esperarte, con alegría,
Y mi espalda,mi vientre,mis pies,mi boca
con tus muros,tu recinto,tu calor
amanezcan cambiados y dormidos.
ANTONIA CEADA ACEVEDO