Ya no quiero más mentiras,
no más vanas ilusiones,
ya son muchas decepciones
por las que siempre suspiras;
mi corazón, a qué aspiras
en tu mundo de presiones,
de fantasmas y visiones
por la que enfermo deliras;
busca mejor la ternura,
la honestidad y franqueza,
ese toque de locura
de amor y delicadeza:
la universal aventura
de venerar la belleza...