Frías noches, hielo sobre los cristales.
En nuestra alcoba, de amor casi vacía,
hoy las palabras sufren su carestía,
se enrollan en lucubraciones mentales.
Se enzarzan los hilos de nuestros males.
Soledad gélida es tu mirada fría,
inaccesible al calor de la alegría
enlazando días de horas fatales.
Manteles bordados de tristes pesares
sus flores lloran su pasiva belleza,
sus lágrimas riegan nuestros malestares.
Colman nuestra sed con sangre de cereza,
ansiado elixir de nuestros avatares,
ideas suicidas rompen mi cabeza.