En mis andanzas por los viveros y jardines de plantas buscando alguna novedad me encontré en una oportunidad una muy bella planta con sus pequeñas flores rojas como gotitas de sangre.
La planta era hermosa pero tenía dos asuntos por decir graves de aceptar .Primero :La planta tenía unas espinas feroces en todas sus ramas.
La segunda-La planta se le llamaba por su nombre popular,\"La corona de Cristo\"
Me llevé la planta al jardín creyendo que por lo hermosa y por el sentido cristiano de su nombre la vendería fácil.
Es extraño porque yo sentía por un lado que era una planta atrayente desde el punto del creyente y por otro lado sus espinas eran demasiado evidentes.Eran las espinas de la corona de cristo,y quedarse con esta planta que tenía un karma doloroso con el hijo de Dios,era poco conveniente.
Tengo dos más pequeñas pero las tres con sus espinas dolientes.
Yo creo que nadie se las quiere llevar cuando oyen escuchar su nombre.
Es demasiada responsabilidad.