Mis emociones están en un puerto seguro, lugar que trato de mantener activo.
Donde pasan frecuentemente tormentas que proceden de lugares lejanos tal ves.
Algunas amainan su fuerzas y se aquietan, continuando al acecho sin actividad quizás el entorno no le es favorable y se olvidad que algún día serán tempestad.
Otras llegan con aparente quietud, dando lugar a un posible descanso pero de a poco cambian su actitud y terminan en un temporal muy denso.
Muchas veces los vientos soplan destrozando el anclaje de las emociones.
Liberándola a lugares distantes, despertando en el tiempo otras sensaciones.
Hago empeño en que todo siga normal, con esfuerzo diario y comprometido, no mirando espacios vacíos y ayudar algún corazón herido.
Robi