Querido septiembre te pedí una vez un deseo,
claro y oscuro, tímido y obtuso, pérdida de tiempo que nunca mi sien obtuvo,
querido otoño que eres tan cierto y corto, mantienes silencio y no me dejas ser y sin ser ni soy, maldito imberbe que por hojas mil veces me tienes. Septiembre oscuro ni caso das al más dependiente de tu sino.
Me quisiste, dudo, no obtuviste la cima y mi confusión divides,
ni regalas pasión ni obtienes oposición,
querido septiembre albergas lo que desconoces, haces el mayor de los horrores,
sin más pasión que descarrilar temporadas que no dicen nada,
a medio camino entre un jardín de odio y reconciliación,
verdor que no se sustenta que ahuyenta peligros y penas,
amante de hojas colgantes, como lágrimas en verso y eterno surgir,
tan alargado en el tiempo que nos cubre de ese color tan negro,
oh degradado de la fuerza, de fusión de un invierno que me niega el sol
a veces invierno, a vece septiembre se traduce en eterno,
ah temblores que se traducen en intentos,
me roba presencia y no quiere luz ni siquiera un dulce evento,
lo mío no son cumbres , son vacíos que lleno.
J.F