Vuelvo a tu amor
como el sol del mediodía,
buscando en las horas
mis horas perdidas.
Y encuentro tu sombra
de luces heridas,
y la luna enredada
entre tus rodillas.
Siempre fuiste la misma,
la de todos los días,
donde arde el fuego
y el ocaso se olvida.
El amor es un sueño,
toda flor tiene espinas
y una gota de sangre
esconde una caricia.