Donde tú vayas a verme
lleva dos flores con pello;
una flor para tu cuello
y otra para complacerme.
Me dice que ya no duerme
la mujer que yo soñé,
con mis labios besaré
la castidad de su boca
que es tímida como roca,
pues jamás eso pensé.
Con las cartas que le escribo
le he contado de mi vida,
para que ella bien decida
y resuelva todo el cribo.
Las piérides le derribo
porque dice que suspira
y en su mnemosine expira
el corazón más hermoso;
soy Érato el amoroso,
¿qué diría si me mira?
Samuel Dixon [31/03/2022]