No importa que se haya ido,
Ni la lágrima, ni el tiempo,
Ni la página, ni el cuento,
Que ella se llevó consigo,
Ni siquiera el recorrido
De estos años ya interesa
lo que en realidad me pesa
son las llaves del olvido
Las llaves que se perdieron,
dejaron huella indeleble,
Tu sensación inefable,
Tu aroma imperecedero
Por culpa del segundero
del reloj que nos separa
del reloj que no se para
quedó preso tu recuerdo.