Es de un suspiro rojo que devora:
pulso sin sangre ya no es tu perfume.
Es por el triste mar que me presume
junto el gusano negro me demora.
Barco sin marinero que atesora.
Puerto que sin el faro me consume
entre tu malecón que no me asume
canta lejos, llorando siempre ahora.
Al rozar alta cumbre por ausencia...
Encuentro del abrazo así tendido
con la pasión será sutil conciencia.
Tras del monte la luna ha comprendido
al rozar mi mejilla esta paciencia.
Debería guardar lo tan temido...