Te veo de nuevo después de tanto tiempo
\"Y me complace el efecto de saber que eres la indicada al tener la dicha de esta taquicardia,
que se manifiesta por la pasión de la antigua epifanía al contemplarte con tremenda picardía.\"
La reciente sorpresa me ruboriza, me conmociona, me despierta.
Pasando de la lábil y lánguida monotonía a una euforia y admiración de frenesí por lobotomía.
Es la séptima ocasión que consulto las memorias de mi amor y el análisis revela una angustia,
tras haber olvidado inconscientemente este inmensurable estremecimiento que se altera y evoluciona.
No existe reencarnación que no intente volverte mía,
pues desde la primera impresión, mi subconsciente lo haría.
Que importa si se trata de belladona o de alguna corona.
No se puede enterrar, no se puede alejar.
Me satisface, incluso, si nuestro destino es efímero, aunque mi furor sea causal, exiguo.
He de citar el conjuro de romance y fantasía para despertarte en cada vida y así evocar soberbiamente la autentica razón que expande nuestra futura travesía.