MIGUEL HERNÁNDEZ
(Poesía al viento)
-Décimas rematadas con tercetos encadenados-
Auguro la frescura en poesía
y llegar hasta su alma que, al soñar,
convulsa mis sentidos, al pensar
en la angustia vital que él padecía,
el ansia de querer, le consentía
luchar por la verdad en cualquier frente,
amando y defendiëndo a su gente
conjuga su sentir por ese vulgo,
con su verbo y pesar, del cual comulgo,
hace que sea el poeta contundente.
Te enfrentaste a bandadas de insensatos
impidiendo una fábula sangrienta,
el sentir de tu sangre, tan inquieta,
contempla sentimientos con recatos.
Imponer en tus poesías arrebatos
con la pena de un pueblo reprimido,
cruento por el orden embravecido,
revelado por falta de derecho
para el trabajador, insatisfecho,
por el modo, que al pueblo es consentido.
Tu grandeza dormida en los rediles,
el aprisco se estrecha y focaliza,
impone libertad como nodriza
en torno al dictador, de ideas tan viles
como malignas, claras y serviles.
Tu grandeza que vuela por el mundo
entre la gente humilde, muy fecundo,
la humedad de la cárcel, en su suelo
los huesos y pulmones sin consuelo
te presentan \"La Parca\", muy rotundo.
Quisiera reencontrarte en otra vida,
que mis manos sangrantes en la tierra
pudiesen encontrarse con tu herida.
De aquel, tu oscuro mundo, que me aterra
pensar en una celda, sola y fría
siendo pacto insensible de una guerra.
Con la furia inconsciente que rugía,
les ofreces tu pecho, decidido
con verdad, proporciona a la jauría.
Tu celda, la injusticia del vencido,
tu dote, la verdad que más rugía,
tu sangre, la cebolla que comía,
vencías al capricho reprimido.
Roberto J. Martín