Besar tu boca,
Es navegar en el cielo,
Es sentir que Dios me toca,
Es volar, es tirar el velo.
Besar tu boca,
Es sentirme más allá de vivo,
Es subirme a aquella roca,
Y recibir tu suspiro.
Es más que oír una linda canción,
Es más que escribirte este poema,
Es sentir los latidos, mi palpitación,
Es verte, y enamorarme hasta de tu diadema.
Es ver el sol, y no quedarme ciego,
Es volar a la luna, sin mover un dedo,
Es no querer perderte, pues sé, lo que tengo,
Y a tu lado, por siempre yo, me quedo.
Es caminar entre el fuego,
Es surcar el horizonte,
Es levantar mi ego,
Es mirar como el odio, se rompe.
Y es el besar tus labios,
Y es el escuchar tú palpitar,
Lo que nunca entenderán los sabios,
Que yo, jamás, te dejaré de amar.
Tus labios, mi princesa Diana,
Son los que hacen esta poesía,
Lo que aniquila la tristeza vana,
Lo que enternece, lo que da alegría.
No se si lo entiendas,
No se que pase por tu cabeza,
Solo quiero que lo sientas,
Que pierdo todo, si tú, me besas.
Y si fuera yo, tan solo el mar,
Si tú, te volvieras peñasco, aquella roca,
Subiría mi marea, por quererte alcanzar,
Por tan solo robar, un beso de tu boca.
Sería escuchar a las aves cantar,
Sería percibir la suave brisa del viento,
Sería no pararte de amar,
Besarte, sería perder hasta mi último aliento.