Simplemente digo que te vaya bonito,
yo seguiré mí camino libremente, porque
desde hoy que te vas, lucire el traje
sencillo, hasta esos días de trabajo
serán felices, porque solo en pensar
en tí, llevaba esa vida amargada; me exigía tanto para complacer
tus caprichos, lo bonito es con quién
te va a complacer tus gustos;
unos días te darán y después te
hechara a la calle, porque no sabes
preparar ni un huevo frito, y de amar
o dar cariño lo dudo. Que felíz estoy
que te hayas ido lejos, y no tener tus berrinches.