Aprendí en resistencia de materiales
el poder de la vibración;
frecuencias adrede o casuales,
laceran... un receptivo corazón.
Deletrear incluso algunas vocales
con voz aguda de punzón
deja daños colaterales
quebrando in situ toda preparación.
El poder que tiene el ruido de onda corta
o la reseña de mujer,
puede ser chirrido, o aroma que conforta
La resistencia se suele corroer
y hasta daga apunta a su aorta...
o sola solita, se pone a beber
El silencio casi siempre es más amable,
se guarda lo malo y lo bueno,
no exagera a puro o culpable
y no esparce vibraciones en veneno.
Ondulaciones de una lengua indomable
asustan como lo hace un trueno
desenfundando un frío sable
van destajando sin presionar el freno.
Cuando con intensidad y con frecuencia
nos mueve el mundo un pequeño ¡hurra!
se nos renueva nuestra endeble existencia
Pero una onda diaria que nos apachurra
va taladrando resistencia
por tantos abucheos que nos susurra.
Si supieras mujer... que escalo el balcón
e intento adornar mi bozal;
y sin querer me ate a tu arpón
recibiendo las rocas de tu arsenal
Si supieras mujer... tu voz tiene el don
de convertirme en inmortal,
de dictaminar mi ecuación,
de quebrarme o de romperme cual cristal.
Tus labios golpean mi sensible fibra
como disparo a quema ropa
o como algodones que mi paz equilibra
Simplemente... entregado a ti. soy la copa
que atenta tiembla, sana y vibra
por cada pispa palabra de tu boca.
...s. ....l