DE REPENTE
Nunca entendí
cómo pasó,
desde que te vi
las sombras se disiparon,
y la osadía de tu presencia
escribió lo que no estaba escrito.
No entendía de los suspiros
pero desde ese día
no había donde esconderse,
hasta el sol se puso pálido
por mi gran torpeza.
Desde ese entonces
encontré rumbo en mis pasos
y pude conocer el color
de aquella sonrisa
adueñándose de mí.
Desde ese día
te encuentro en cada momento
en la luna, el sol, las flores,
en cada amanecer u anochecer,
en mis sueños y canciones
y desde ese entonces conocí
esa sensación de felicidad
que no conocía
y tenía tu nombre.
LMML