Alejandro

Te miré

Yo también te miré,

soplaba un viento desolador

de esos que se llevan los suspiros

de las flores arrastrando,

sin embargo estabas ahí

cual suspendida en una nube,

parecías levitar,

como si este mundo

no fuese digno de alcanzarte

y así sentí tiritar mis manos,

como si el frío fuera

una extensión de tu piel

y mi ropaje el alma flaca

que tengo enredada en los pies.


Yo también te miré

te alejabas de mi tumulto de latidos,

y sentí correr mi sangre

fuera de mi,

como si tus ojos hubiesen sido

dueños de mi vida entera.


Una calada de tus labios,

quizá,

el roce de tu mano,

no lo sé,

pero amarraste mi alma

con tus ojos

y yo también te miré...