Jose Luis Posa Lozano

DOLOR DE LOS PECADOS

Me revuelvo entre las sábanas del lecho;

negros sueños, hogueras, pesadillas,

pateras, autocares, refugiados,

huyendo de la muerte y de la guerra

y me pregunto ¿Cuánto he contribuido

a generar hambres, odios y miserias?

¿Cuántas veces miré hacia otro lado?

¿Cuántas veces me tragué la mierda.

 por no atreverme a vomitarla

en sus sedes, palacios y trastiendas?

 

¿Cuántas veces callé a ante sus juzgados,

me hice cómplice de sádicas sentencias?

¿Cuántas veces estreché unas manos

que solo merecían escupirlas,

me arrodillé ante estandartes y banderas

por miedo a la opresión y a la injusticia?

 

Tengo las manos manchadas por las heces

de mi falta de valor, mi cobardía

y ahora pinto proclamas en los muros

de las redes sociales con los dedos

que debieron señalar culpables

y apretar el gatillo contra ellos

pero me escondo detrás de la pantalla,

bebo, fumo me amargo y me doblego;

sigo besando las manos de verdugos

por egoísmo, por sumisión, por miedo.