Iván González Martínez

Mujer de cuarenta y tantos

Mujer de cuarenta y tantos

Que estás frente al espejo, 

Al fin vista sus encantos

Y desvista sus complejos. 

 

Y no solo sus complejos,

Desvista también sus senos, 

Desvista su cuerpo pleno

De collares y oros viejos. 

 

Hoy no se ponga, mujer, 

Y quítese, más bien,

Una prenda, dos, cien, 

Todas, hasta nacer. 

 

Y una vez llegada al mundo, 

Aunque no libre de pecado, 

Admire ese cuerpo marcado 

Quizás por años iracundos. 

 

Porque ni blusa que estrene, 

Ni collares, ni pulsos, ni anillos. 

A su cuerpo, le dan brillo, 

Esos cuarenta y tantos años que tiene.