Es una mañana soleada, esas que te despiertan con las ganas de ver a las personas que amas, son aquellas mañanas que todo sonríe alrededor; desde el balcón de cuatro metros de frente que me invita a ver la vida que me rodea, hasta el jardín que con su verdor de verano me disipa melancolías disfrazadas de sonrisa a arrastras llena mi existir como dándole gracias a Dios por la dicha de ver su inmensidad, aquellos arboles que de vez en cuando con la fuerte brisa doblan su espinazo como quien me hace reverencia al verme parado dándoles los buenos días.
Son flores vestidas con sus galas multicolores y de reojo me sonríen ; ahí estoy con mi corazón , ese corazón lleno de felicidad y de satisfacción por vivir , por amar, por sentir la vida en su máxima expresión de paz, !ahí viene unos pajarillos a presentarse de nuevo por su ración de trigo fresco que ya acostumbrados están a que se los riegue con dulzura, llegan palomas, torcazas, tortolitas y uno que otro cardenal, que sin ser invitado disfruta del festín, total las vida es de todos y !mía también !
, Que bonito es el amanecer desde mi balcón no se si es porque es mío o porque desde el miro la vida hacia afuera, y no me quedo rezongando desde adentro, no se si el me da la sensación de libertad que bien ganada tengo, o es que el placer de una mañana con las brisas, los pájaros, la hierva y mi alma forman parte de ese universo con el que soñé siempre.
Doy gracias a la vida y a quien la creo por lo que respiro a cada segundo y por lo que oigo y veo en estos instantes doy gracias a la vida por tener a quien amar, a quien servir y por quien rezar, le doy gracias al vida por tener los hijos que tengo y el amor de mis amigos que tanto bendigo.
Así es mi vida de sencilla pero intensa