Continuamos con la pandemia
de la violencia y la ambición,
el fratricidio y el dolor,
de dictaduras y de guerras;
no hay una vacuna siquiera
contra esta amenaza feroz,
la inmunología quedó
a nuestra sociedad ajena;
esta enfermedad nunca acaba
porque es una alianza infernal,
destruye tu cuerpo y esa alma
que nunca encontrará la paz:
sólo nos queda una esperanza,
llenar de amor la humanidad...