Ingredientes:
PALLARD DE CHOCOZUELA
5 BISTECS DELGADOS DE CHOCOZUELA DE RES
SAL CONDIMENTADA
ACEITE
Preparación:
Se adelgazan los bistec con un mazo hasta que queden bien delgados casi a tamaño de carpaccio; se salan con la sal condimentada (comino, pimienta y ajo), deben quedar en forma circunferencialmente grande; calentar la sartén o la plancha y colocar solo ½ cucharadita de aceite, regar y colocar el pallard, freír hasta que se cueza pero sin tostar; servir con papas fritas y ensalada de tomates con aceite de oliva y limón.
Esta receta de Pallard ha sido siempre la favorita de mi preciosa hija NORMA SARAI, una espigada mujer, de porte de candidata de certamen de belleza; de abundante y vaporoso cabello canela que la hace imposible de no notar su columbrada presencia; desde niña recordamos los mesones del Restaurant “Los Jabillos” en la Av. Solano en Caracas, donde ya el chef al verla entrar se adelantaba sin temor a equívocos a montar el suculento Pallard que siempre engullía con tanta pasión y voracidad; siempre lo acompañaba con papas fritas y el tomate en ruedas, verla comer resultaba toda una escena apoteósica digna de película, realmente se olvidaba de quien tuviese a su lado y hasta que no terminaba el último pedacito de carne no hablaba. Qué hermosos 6 años de su vida que pasaron y que dejan solo recuerdos; evidencias, texturas de tiempo, casi con la fidelidad de una fotografía en blanco y negro; mi bella hija Norma; de sonrisa pródiga; de inmensos ojos color de miel y vivaracho espíritu, de alineados dientes blancos que simulaban empalizadas de azúcar y copitos de nieve; el tiempo y la distancia han empeñado fuerzas para separarnos, y las complicaciones propias de la vida agitada de la ciudad han hecho su otro tanto, para impedirme disfrutar de su alborotada compañía; de noche cuando me asalta el deseo vehemente de tenerla cerca, me consuelo con releer una pequeña carta que me escribió cuando era colegiala y me decía que a eso de las 10 pm de todas las noches ella estaba nombrándome en sus oraciones y que me conectara como al estilo de los Messenger ; qué simpleza y qué facilidad para ver la vida de manera tan práctica y surrealista de los adolescentes.
Hace ya unos cuantos años, cuando regentaba mi segundo Restaurant, me llamó y me preguntó si estaba sentado, cuando le dije que si, de inmediato me espetó: __vas a ser Abuelo__ y desde esa fecha ando como loco celebrando la carita de mi nuevo relativo, que resultó ser un hermoso gordo rubio, que amenaza con ser un glotón, para desgracia de su madre, (quien le huye a las faenas de la cocina), pero para felicidad mía….Qué lástima que ya cerraron el Restaurant “Los Jabillos”
Francisco Barreto