Gerson E. A. Arenivar

Déjame Ver

 

Déjame ver por unos instantes

qué es lo que pasa por mi mente ofuscada.

Déjame oír al silencio de voces penetrantes

decir que antes y después de ti no hay nada.

 

Déjame ver lo que nos une el uno al otro

y déjame ver lo que cruelmente nos separa

que parece ser más fuerte que nosotros

como si el destino mismo nos envidiara.

 

¡Qué disparate! Y pensar que te quiero,

pero tú no lo sabes porque lo he callado.

Y lo seguiré callando en la humedad triste del encierro

hasta que del baúl de los recuerdos todo quede olvidado.

 

Sólo déjame ver tus ojos, con los que no me miras

y oír tu voz con la que no me hablas.

Sólo déjame hablarte  aunque no me escuches

en medio de este campo lleno de blancas cruces.