Bella, yo te encuentro entre palmeras
sentada alegre en algún solar sediento.
Sonríes y se derrama mi pensamiento
sobre tu sombra tendida en la arena.
Bella. Eres bella y llamarte bella me gusta
y no solo por así llamarte de algún modo.
Bella. Tu belleza es del color que me anuncia
que mi tristeza renuncia cuando te nombro.
Tu convocas la ilusión en mi laberinto de enamorado.
Quiero pintar de mis colores por dentro y por fuera
todos tus momentos. Yo quiero que seas mi bandera,
quiero tu tenso amor y todos tus globos a mi costado.
Para vencer la soledad, ahora escribo estos versos
en las butacas de los cines de esta gran ciudad
y para amarte más, yo te llevo como lleva un preso
la multitud de horizontes que no puede alcanzar.