Hay una niña perdida y mil niños con ella
en un distante lugar,
es un desierto de sangre y sudor
donde la arena es parte del sol,
donde se mezcla lo malo con lo que es peor.
Es una bebita de carita sucia,
clamo porque le permitan ser niña una vez.
Carece de todo, sin ropa ni pan;
nunca ha jugado en un jardín,
y una escuela, ignora lo que es.
Pasan lo días y sólo escucha de guerras,
ella no sabe de paz,
sus piecesitos no cesan de andar
saltando dunas y rocas doquier,
mientras escucha aterrada demonios llegar.
Llora la bebita, su miedo es real,
ignora que existe una vida mejor.
Sus padres se fueron para no volver...
Linda florecilla no llores más,
hay una esperanza y todo cambiará.
Alguien en los cielos vela por ti,
él también fue niño y perseguido fue.
Secará amoroso tus lágrimas
y en su regazo estarás feliz.
R. Gruger / 6-12-2001