Cuando el dolor se pega al alma
el frío abraza los sentidos
los ojos no ven por las lágrimas
la cordura agrieta entre vidrios,
doblega ¡que desesperanza ¡
La apatía toma la mente
las manos sabias no se sienten
el vacío es solo embriagueces
soledad y dolor padeces,
doblega ¡que desesperanza!
Cuando el cielo ya no te importa
el amor por traición se esfuma
el alma perdón no fecunda
las flores y olores no notas
¡doblega ¡que desesperanza!
La oscuridad es compañera
se pierde el sentido de vida
no hay un camino con salida
aquí ni allá importa quién muera,
doblega ¡que desesperanza!
Lale Neda ©