Bien sabes que sigo aquí,
sabes muy bien donde vivo,
por eso mismo te digo
y me atrevo a repetir:
¿por que no vienes a verme?
¿te has olvidado de mi?
¿acaso es por la Covid,
porque quieres protegerme?
¿o quizá no quieres verme?
Debe ser eso, seguro,
porque tal vez no te gusto,
pues ya debes conocerme.
Si es así, me siento inerme.
y abocado a un sinvivir
y, si no, debo insistir:
¿por qué no vienes a verme?
© Xabier Abando, 05/03/2022