El cedazo de mi alma
es muy fino querida
por eso que saboreo
este amor que provocas,
hasta su menor partícula;
mi cedazo, es muy fino amada mía.
Plateadas y quietas mi aguas de vida...
de pronto una flor esta quietud rompe...
Atónito acuso el impacto;
mis aguas de vida vibran
y entonan un nuevo canto...
La quietud vuelve a la superficie.
Mi espejo refleja una imagen silente;
es tu existencia amor
nadando en mi mente.
No quiero reír, tampoco llorar,
no debo cantar, menos hablar,
solo he da Amar
para no distorsionar.
Gracias por existir amor,
gracias por permitirme
conocer esta vibración.
Sólo me importa saber que eres...
y ya te tengo...
Pinta los aires tu vuelo
fragancia de pronto la vida tiene.
Que hermoso es saber
que existes mujer
solo el verte
ya me es un placer.
No quiero hablarte
ni que me hables,
quiero sentirte libre
enamorando los aires;
No quiero herir
con mis palabras tu vuelo,
no quiero encarcelarte
con algún verbo.
Gracias a la luz
que tu imagen me dió.
Amor, nada pido, nada doy
amo la luz que tu imagen mostró.
La rosa, tan bella y amorosa...
a ella la amará
todo el que la vea;
su imagen es gota divina
que al alma llega;
el saborearla... depende
de quien la observa.
Amo esa rosa
como nunca lo hice,
no le pido nada,
ni ella me exige.
En el silencio, mi lago
tu imagen estampa;
mi cedazo, tan fino,
cada partícula atrapa.
Amo, saboreo
a mi silencio, nada se escapa;
nada pido, nada doy
en mi silencio, gozándote estoy.