¡Cuánto la quise, cuánto la amé…!
Quise expresarlo, quise decirlo
y en mi silencio, debo admitirlo,
constantemente, me refugié.
¡Cuánto lo siento, no sé por qué…!
Debí contarlo, debí escribirlo,
llegué a saberlo, también sentirlo,
pero en silencio… ¡me enamoré!
Hoy con el tiempo, puedo decir,
que como el viento, todo voló;
que hasta su nombre, se me olvidó,
porque el amor, no puedo fingir.
Y aunque con versos, no quiero herir,
pronto una rosa... ¡me enamoró!