Resucité, por la luz maravillosa de unos ojos
Que se posaron cual tierna paloma
Sobre mi tosca humanidad
No sabía yo de mimos o ternura
No sabía que al abrigo de unos brazos
Se puede uno desnudar
Y que a pese de tanto tiempo
Uno siempre querría más y más
Muté, por el tono angelical de una voz
Que sobre mis sordos oídos poco a poco
Como gotas que caen de un panal
otras realidades me incitaron a imaginar
No sabía yo que la hermosura del lenguaje
Proviene de un apasionado corazón
Y que pese a tiempo y la distancia
laten en cada paso que se da
Amé, por el ímpetu ardoroso de un hombre
Que sobre mis sentidos dormidos arrasó
Como el incendio en descampado
Impele a la semilla a germinar
Cómo no gozar sus negros aleteos
Altivo buitre, o cuervo soberano
Que a mi oscuridad se vino a acoger
Deja la serpiente su escamosa piel
Deja en rastrero gusano su capullo
Deja el ser sus humillaciones y rencor
Por el antojo de unos besos
Que de tan humildes y sinceros
Se llena de alborozo el corazón
Soñé, por el contagio de un amor
Un amor que sobrepasa la materia
Materia y la lógica que nos limita
Y encuentra mil ventanas
Donde las personas solo una puerta ven
Amo, sin conjugaciones ni algoritmos
Porque aún hay gente excepcional
Porque cuando uno aprende
La mente expande su estado original
La luz y oscuridad son una
Se oculta o exhibe por igual