Gente falsa, que siempre te sonríe,
de cara a la famélica y paupérrima fachada,
que si oyeras como de tí habla,
la primera vez, se te helaria el alma .
Gente falsa, educada, desde su tierna infancia,
en la extrema y pedrusca y árida competencia,
hablan mal hasta de su propia y directa familia,
suele ser señal de gente compleja y falsa.
Gente falsa, que busca desesperadamente tu confianza,
porque en el fondo no te respeta,
sabe que hay que estar cerca de la gente enemiga,
por lo que sea, por cualquier extraña circunstancia.
Yo ante una persona falsa, no sonrió,
soy educado, soy sobrio, no soy falso,
aunque tampoco ya les tengo miedo,
eso es cosa del pasado, si infinito respeto.
La gente falsa abunda, es una marabunta,
una espiral de sapiencia y maldad aprendida,
gente que se excusa en venir de la nada,
y han construido montañas de la extraña nada.