Amor mío, esta vez no escribo para ti, quiero que seas solamente mi intermediaria.
Cuéntale a tu corazón que mataría o moriría por ser una pequeña parte de cada uno de sus latidos.
Cuéntale, si no es mucho pedir, que en mi corazón encontrará un compañero y que dos latidos ya forman una canción.
Cuéntale que si estamos juntos, quizás le resulte extraño, pero latirá con un ritmo distinto, al compás que surge al sentirse querido y acompañado.
Perdona mi atrevimiento, pero sólo un mensaje más a tu corazón, susúrrale a su oído que es mejor latir amando y siendo amado.