Sé que no vendrás,
lo sé.
La noche llegará con sus lamentos,
con su pañuelo humedecido,
con su copa de vino semivacía,
y de ti,
sólo habrá ausencia.
La cama en soledad,
la casa silenciosa,
mis manos tristes,
sin tu piel.
Sé que no vendrás
y me refugio en una llamarada
de recuerdos,
en la reminiscencia de tu cuerpo,
en la añoranza por tus besos.
Hoy brindaré por ti,
por tu risa traviesa
y la estela de tus caricias.
Tu amor reposa en otros labios,
tu alma se aferra a otro ser.
De ti,
yo sólo tengo tu ausencia.