Ella era una niña buena y frágil
No sabía que la vida existía mas allá de los 18
Se fue un día a pasear por el universo
Encontró estrellas y galaxias
Pero a ella le encanto el sol radiante
Escucho decir que producía diamantes
Y subió por la escalera planetaria hasta llegar al astro
No había diamantes, ni fabricas, ni canción
Solo llamas que al ver y oír su pequeño corazón
Alcanzaron suavemente y sutilmente sus pies
Comenzaron a comer sus venas y sus pasos se volvieron acelerados
Hasta llegar triunfalmente hasta su interior
Descubrieron vacio y soledad, tristeza amargura
Terrible ciencia la del amor, inunda sin sentirse
Quema con locura y pasión
Engaña suavemente destruyendo lo esencial.
Ella amaba al sol, pero él estaba lejos, porque no tenía alma
Su alma era un manojo de gladiolas marchitas quemadas
Por su propia indiferencia, esta pobre anciana de fuerzas
Llego incoherente y sola y se consumió de la vida
Pronto las llamas y la maldad, inundaron alma cuerpo y espíritu
Huyo, en llamas, ardiente, humeante….huyo hacia el oeste
Allí donde nace el mar…y donde el sol se apaga, todas las noches
Ella se aferro al horizonte y un favor le pidió
Casi sin verla el susodicho reprocho su inocencia y susurró una propuesta
Un trato para siempre. Tal vez, si, así será.
Destrúyelo! Clamo la niña anciana, invádelo, échalo hacia el mar
Y el horizonte tomo la mano de la niña
Refresco sus heridas con un velo de viento, le dio alas y le dijo…..ve al mar
El sol se ahoga todas las noches por tratar de quemar
Niñas buenas como tu, que solo quieren dar un paseo por el universo,
No dudes, lo veras, no te rías, no llores, solo vuela
Estas alas te llevaran solo a lugares lejos de llamas porque aman el tibio viento
Esas alas te cubrirán todos los días porque fueron hechas ideales
Para ti, con sus plumas te cubrirán y con ellas estarás segura.
La niña sonrió, le creyó al buen horizonte y voló viendo de lejos al sol
No crees tú, niña que el sol muere por sus propias llamas?