Alexandra L

La Ciudad

 

En las noches escapar a la ciudad
Y desde lo alto contemplar ese universo
las luces son lentejuelas de colores
que resplandecen sobre su traje negro.

Corre la vida como un río de prisa
no se detiene constante turbulenta
calles colmadas tentaciones sueltas
que aguijonean los sentidos y que invitan.

La ciudad en la noche es inmensa colmena
una esfera dorada que reluce
ir y venir de estrellas y mil plazas abiertas al placer
gentes apresuradas buscando su destino.

Sobre la hoja afilada de la noche baila el deseo
la falsa libertad, el desconsuelo, quizás el desamor,
la noche ofrece un trago para olvidar,
humo de un cigarrillo que sube en espiral,
torbellino feroz que te puede arrastrar.

Como  niño frente a una vidriera miramos la ciudad
bajo las luces de neón donde reposa  el gran dragón,
y nos seduce a sus rincones merodear,
belleza frágil cual cristal, sobre la pista del salón
todo el embrujo abrazador, que oculta alucinante la ciudad.