La diferencia entre nosotros
es que yo veía un futuro
y vos solo te quedaste viendo un pasado
que no tenía ninguna dirección,
que no me fui, yo siempre me quedé,
solo que vos me dejaste de buscar.
Que me rompiste el corazón
solo diciendo que lo nuestro no funcionaría
sin nunca haberlo intentado.
Que yo fui feliz arriesgando todo
por el hecho de estar juntos,
mientras que vos,
por miedo a perderlo todo
elegiste estar sola, soltando, olvidándome.
La diferencia todavía sigue siendo que no provocamos guerra,
pero en algún momento
la vivimos, juntos, en una cama.
Y qué cruel saber
que ahora, con el olvido,
nos hacemos daño nosotros mismos,
acordándonos
de lo que alguna vez casi fuimos.