El tiempo arranca hebra a hebra
las secuestra
Hoy la noche huye de mi frente
y la alborada besa tierra virgen
asesinando bosques
agrandando desiertos
Y cada filamento es el brote de un recuerdo
formando ovillos en mi mano ahora
La vejez se avecina como voraz otoño
de ensortijadas flores
El pequeño niño se va extraviando
y pronto ya no habrá más fiesta
ni serpentinas colgando
ni habrá crayones o témperas
solo un lienzo en blanco
Y así será pues está escrito
con la tinta roja que me dio el nombre
así hoy se paga el precio
que contrajo el simio al volverse hombre