No cunden tus besos,
En el extenso sueño provocado. No sacian mis manos , Los mil poemas, Ni el viento que las deshabitan. . Podrías ser mi enemigo Yo el mayor de los caballeros , Adalid de la única victoria. Podrías ser amapola Que se extinga entre los meses, Con la misma sed, que mi boca siente. . Fuese así todo más fácil , Pero es mi única armadura, Una cárcel de costillas, Prisión, de la eterna primavera Donde hasta tu involuntaria distancia, Yace vergel de rojos vivos, De amores incontrolados,
Inconformistas.