Pobre niñito triste
fruto de un par de copas,
nacer así no pediste,
llevas las alas rotas.
Te levantas de mañana
pero no para estudiar
sino para trabajar
cargando un limpiabotas
y así a tus hermanitos
ayudar a alimentar.
Pobre niñito triste
fruto de la imprudencia,
las obras de la carencia
a raudales recibiste.
Deambulas por las esquinas
vendiendo vistosas flores
que poseen lindos colores
y también poseen espinas,
te suelen hincar los dedos
como el poco amor la vida.
Pobre niñito triste
fruto de un pasa rato,
de aviesa forma aprendiste
que el mundo tuyo es ingrato.
En los establecimientos
extendiendo una mano
les pides a los fulanos
monedas para comer,
te hieren al reprender,
te tratan con vil desgano.
Pobre niñito triste
fruto de un mal de amores,
tu casa hecha de barro
se inunda a borbotones.
Tus tripas siempre crujientes
te hacen doler el vientre,
si acaso lo que consigues
te alcanza para comer
nunca logras entender
porqué el hambre te persigue.
Pobre niñito triste
hijo de hombre casado,
que mala suerte tuviste,
te apellidan el bastardo.
Con tristeza esperaste
celebrar un cumpleaños
y al cabo de muchos años
sólo ausencia recibiste
a punta de pie aprendiste
lo caro de los regalos.
Pobre niñito triste
fruto de una aventura,
supiste con amargura
que en adopción concluiste.
Que los dos irresponsables
que dieron vida a tu ser
se asustaron al saber
la yuca que guayarían
y el trabajo que tendrían
al cumplir con su deber.
Pobre niñito triste
producto del vil ultraje,
no sabes porqué tu madre
te repele con coraje.
Mendigas de ella un beso,
una sonrisa, un abrazo,
te responde con maltrato
y lloras con desconsuelo,
deseas no haber nacido,
tu autoestima está en el suelo.
Pobre niñito triste
hijo de un hombre cruel,
muñequitos de papel
para jugar construiste.
En tus manos ponen armas
en nombre del patriotismo,
escondiendo el egoísmo
inspirado en la ambición
mutilan tu corazón,
lo encierran en negro abismo.
Pobres niñitos tristes
hijos de barbajanes,
drogadictos, prostitutas,
malvivientes y de trúhanes.
Deben bajar sus frentes
ante la alta sociedad
la que con iniquidad
los juzga implacablemente,
de tener mejor futuro
no les da oportunidad.
Muchos niños hay sufriendo
estas crueles realidades,
con maltratos y maldades
sus vidas se van muriendo.
Son como gorrión sin nido,
como nave sin timón,
como el día sin el sol,
como un pecho sin latido;
pobrecitos niños tristes
¡necesitan nuestro amor!
Merecen que defendamos
su inocencia, su pureza,
que arranquemos la maleza
que propicia sus desmanes.
Ameritan que infundamos
en sus pechos el coraje
de romper los engranajes
de una herencia inmerecida
y asuman con entereza
el destino de sus vidas.
Necesitan legislemos
a favor de sus derechos,
necesitan que con hechos
y valor los sostengamos.
Necesitan nuestras manos,
nuestras frases amorosas,
que con estrellas y rosas
sus sendas engalanemos,
que en los niños que están tristes
mil sonrisas dibujemos.