No voy a cambiarte,
así que deja la página abierta.
Voy a leerte y conocer
tus más profundos anhelos,
tu más íntimo libido;
saborearé cada palabra
que brote de tu aliento,
como esa mirada
lanzada al viento.
No te quiero sumisa
a un placer mundano
libando tu ceno.