Vuelve a casa
y trae contigo borbotones de tu risa;
devora mis labios una vez más,
quítate la ropa
y abrígame con tu piel;
permite que contemple al Edén
en tu mirada,
envuelve la pasión con tu voz,
arrastra tus manos por mi espalda
y guíame entre tus piernas
hasta la comunión de las almas.
Vuelve
y toma los restos de mi amor;
enciéndelos con tu desnudez
y seamos uno de nuevo.