Al despertar,
lluvia de susurros acarician el alma, pasión desenfrenada.
Manos que se desbocan avivando el fuego interno
que viaja desde los pies hasta la misma sien…
Ternuras que en el vientre profundizan con el tibio deseo de quererte.
Tus besos enloquecen, en mi cuello fieles se pierden
aliviando nuevos soles en la madrugada
ardiendo la piel complacida por el placer de tenerte.
Abrazos estremecidos entre risas y cortejos.
Voces entrecortadas…requiebros.
La luz penetra tenue en la mañana
sensibilizando los cuerpos entre sabanas de sentimientos,
promesas, miradas, ruegos.
Desfila la vida en la almohada serena y guerrera
recitando halagos rebeldes y vencidos.
Y amanezco salvaje y tierna con toda la dulzura de tus labios…
Y una vez más desespero en el estallido cómplice de todos los sentidos,
al despertar.
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Mo Anam Cara