Estoy tan lejos de todo
y sin embargo tan cerca.
Lejos de tus pechos gemelos
y dentro de tu blusa estrecha.
Estoy lejos de tu boca y puerta,
surcando tus suaves laderas.
Donde el alma se confunde
encallada en dunas de arena.
Y me aferro a tu destino
entre tus húmedas piernas.
A la sombra de tu ombligo,
donde no hay meta ni penas.
Estoy tan lejos de todo
y sin embargo tan cerca,
que el agua moja mi huella
y la noche se hace inmensa.