El maestro de lo bello
Obsequió flores por doquier
Y plasmo en tu cabello
La belleza del amanecer
Como yegua indómita
Galopando en mí pensar
Tu melena mágica
En exceso me hace vibrar
Los azotes de sus hebras:
¡Deleite delicioso en mi faz!
Como hilos que se enhebran
Formando una estrella fugaz
¡Corre libre mi amada!
Galopa de nuevo en mi faz
Como luna engalanada
Con tu amor, ternura das
Me encontrare cansado
Entrelazando nuestro jadear
Con mi corazón agitado
Velando eterno tú soñar
Tu melena femenina
Cada día peinare
Con amor y cafeína
Cada mañana te amare…