Empezare a odiarte
para disipar mi dolor
y así asesinar este amor
que encarcela mis noches,
dilapide mis días
implorando tu regreso
hasta entender soñoliento
que el amor se inspira
y jamás se ruega
porque en la suplica
muere el sentimiento.
Detestare tu recuerdo
en el ocaso de mi celo
hasta que deje de querer
el roce envenenado de tus besos,
maldeciré articular tu nombre
que mi boca tanto modulo
así sabrás el daño enorme
donde tu recuerdo reposo.
Es mi cura aborrecerte,
olvidar lo que fuiste para mi
y en este dolor silente
sepultare tus ojos
ocho metros bajo la tierra
que cubre mi corazón
hasta dejar de pensar en ti.
Amarte fue el principio,
odiarte seguro será el final
y en esta decisión que te expongo
aceptaras quizás
que como yo te quise
nadie te lograra amar...